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Usando dos naves de la Agencia Espacial Europea (ESA), los científicos están observando las atmósferas de nuestros dos vecinos más cercanos. Las observaciones simultáneas dan a los científicos los datos que necesitan para investigar la evolución de las dos atmósferas planetarias.
A este trabajo lo denominan Planetología comparativa. Las dos naves europeas Mars Express y Venus Express llevan instrumentos científicos muy similares. En el caso de los instrumentos Analyser of Space Plasmas and Energetic Atoms (ASPERA), son virtualmente idénticos. Esto permite a los científicos realizar comparaciones directas entre los dos planetas.

Los nuevos resultados investigan directamente en las regiones magnéticas que son canales a través de los cuales las partículas eléctricamente cargadas escapan. Presentan la primera detección de átomos escapando de la atmósfera de Venus y muestran que la tasa de escape asciende hasta diez veces en Marte cuando una tormenta solar golpeó en diciembre de 2006.

Al observar la tasa actual de pérdida de las dos atmósferas, los científicos planetarios esperan ser capaces de «dar vuelta al reloj» y entender cómo eran en el pasado. «Estos resultados nos dan el potencial para medir la evolución de climas planetarios», dice David Brain, investigador de Venus Express de la Universidad de California, Berkeley.

Las nuevas observaciones muestran que, a pesar de las diferencias en tamaño y distancia del sol, Marte y Venus son sorprendentemente similares. Ambos planetas tienen haces de partículas cargadas fluyendo de sus atmósferas. Las partículas están siendo aceleradas por interacciones con el viento solar, un haz constante de partículas cargadas liberado por el Sol.

En la Tierra, el viento solar no interactúa directamente con la atmósfera, ya que es desviado por una capa natural de magnetismo. Ni Marte ni Venus tienen campos magnéticos apreciables generados dentro del planeta, por lo que cada atmósfera sufre el impacto del viento solar.

Es interesante que esta interacción crea un débil campo magnético que cubre cada planeta y se extiende detrás del lado nocturno en una larga cola. La atmósfera de Venus es espesa y densa, mientras la de Marte es ligera y tenue. A pesar de las diferencias, los instrumentos descubrieron que la estructura de los campos magnéticos en ambos planetas es parecida.

«Esto es porque la densidad de la ionosfera a 250 km de altitud es sorprendentemente similar», dice Tielong Zhang, investigador de Venus Express. La ionosfera es la capa de partículas eléctricamente cargadas creada por el impacto de la luz del Sol en la atmósfera superior de los planetas.

La proximidad de Venus al Sol crea, por otro lado, una importante diferencia. El viento solar se hace más fino mientras se mueve a través del espacio, por lo que cuanto más cerca del Sol se encuentre, más concentrada es su fuerza. Esto crea un campo magnético más fuerte, haciendo que las partículas que escapan de la atmósfera se muevan colectivamente como un fluido.

En Marte, el campo más débil significa que las partículas que escapan actúan como individuales.

Otra diferencia es que Marte muestra fuertes campos magnéticos de pequeña escala encerrados en la corteza del planeta. En algunas regiones, estos bolsillos protegen la atmósfera, en otras ayudan a canalizar la atmósfera al espacio.

La complejidad de los diferentes procesos revelados en Venus y Marte significa que los científicos no tienen aún el cuadro completo. Hay mucho que hacer porque hay muchos diferentes mecanismos que podrían causar que las partículas atmosféricas escapen. Desenredarlo llevará su tiempo. «Cuanto más tiempo las naves trabajen juntas, mayor será lo que podamos ver lo que realmente pasa», dice Brain.